Ubicación taxonómica y distribución geográfica de los árboles chilenos  

  Ubicación Taxonómica  

Con el propósito de dar una idea global de la ubicación taxonómica de las especies, se ha confeccionado un cuadro agrupándolas por familias en orden evolutivo, indicando a su vez su distribución geográfica en las regiones del país (cuadro 1). De acuerdo a éste, los árboles se ubican en las Divisiones Pteridophyta, Pinophyta y Magnoliophyta.

La División Pinophyta (Gimnospermas) posee 8 árboles, todos ellos de gran importancia biológica, geográfica y comercial.

En la División Magnoliophyta se reconocen dos Clases: Magnoliopsida (Dicotiledóneas) y Liliopsida (Monocotiledóneas). Las primeras se destacan  por el gran número de especies arbóreas que poseen: 112, agrupadas en 44 familias; de ellas se destacan las familias Myrtaceae con 15 especies, Fagaceae con 11 especies, Fabaceae con 7 especies, Anacardiaceae y Flacourtiaceae con 6 especies y Lauraceae, Proteaceae y Rosaceae con 5 especies cada una; el resto de las familias posee un número menor de representantes. Las Liliopsida sólo posee una familia en nuestro país con representantes arbóreos, la familia Arecaceae con dos especies de palmeras.

La presencia de un árbol en una delimitada superficie de nuestro territorio está condicionada por el medio que le rodea; es él quien determina la distribución de las especies en 5 grupos, cada uno de los cuales posee un ambiente particular y así mismo una flora arbórea característica. Dos de estos grupos se encuentran en Chile insular: Archipiélago de Juan Fernández e Isla de Pascua. Los otros tres se distribuyen a lo largo del país desde el desierto boreal al extremo austral, en las zonas Norte, Central y Sur.

         
Cuadro 1. Parte 3
Cuadro 1. Parte 5
Cuadro 1. Parte 1
Cuadro 1. Parte 2
Cuadro 1. Parte 4

  Distribución geográfica  

1) Chile insular

Archipiélago de Juan Fernández.-  Este lugar, que comprende las islas Más Afuera, Más a Tierra y Santa Clara, se caracteriza por poseer condiciones climáticas muy particulares, lo que junto a su aislamiento ha provocado un acentuado endemismo. Del total de las 19 especies existentes en este archipiélago, 18 son endémicas, existiendo sólo una especie introducida, el maqui: Aristotelia chilensis, árbol continental que ha invadido la isla adquiriendo carácter de maleza. Las especies endémicas son:

Boehmeria excelsa
Coprosma oliveri
Coprosma pyrifolia
Cuminia eriantha
Dendroseris litoralis
Dendroseris neriifolia
Dicksonia berteroana
Dicksonia externa
Drimys confertifolia
Escallonia callcottiae
Fagara mayu
Juania australis
Myrceugenia fernandeziana
Myrceugenia schulzei
Rhaphithamnus venustus
Santalum fernandezianum
Sophora fernandeziana
Sophora masafuerana

El endemismo de estos árboles va más allá del nivel específico, encontrándose también varios géneros con carácter endémico tales como Cuminia, Dendroseris y Juania, que no están en ningún otro sitio de la tierra. Esta vegetación con un endemismo tan acentuado debiera gozar de nuestro respeto, admiración y protección, lo que desafortunadamente no ha sucedido; por el contrario, el hombre ha cometido aquí intensos abusos, a tal extremo que una especie ha sido totalmente extinguida: el sándalo (Santalum fernandezianum). Además, la única palmera de la isla, la chonta (Juania australis), ha sido explotada con tal intensidad que hoy sólo subsisten ejemplares aislados especialmente en los lugares más altos e inaccesibles de los cerros. El hombre y los animales que éste introdujo, fundamentalmente cabras y conejos, han deteriorado drásticamente la flora de las islas y es de esperar que los programas de conservación y protección llevados a cabo por CONAF no se interrumpan, con el fin de que esta flora única en el mundo no desaparezca.

Isla de Pascua.- Existe en esta isla un solo árbol endémico, el toromiro (Sophora toromiro). prácticamente extinguido, debido fundamentalmente al intenso uso que se le dio a la madera para la confección de figuras y objetos artesanales.

 

2) Chile continental

Aquí los árboles se distribuyen en tres zonas caracterizadas por la diferente disponibilidad de agua que necesitan para su desarrollo. Cada una de estas zonas comprenden las siguientes Regiones administrativas del país:

Zona Norte: Regiones I, II y III.
Zona Central: Regiones IV. V, VI y Región Metropolitana.
Zona Sur:   Regiones VII. VIII, IX. X. XI y XII.

Zona Norte.- Se caracteriza por la extrema pobreza de árboles, lo cual se explica por la predominancia de un clima caluroso y extremadamente seco. Se encuentran aquí 18 especies, de las cuales sólo 3 son endémicas de nuestro país. La mayoría de ellas crecen en la meseta del desierto y su presencia se debe al efecto ya sea de las neblinas costeras que penetran algunos kilómetros al interior (camanchaca), a agua subterránea o a la presencia de escasos ríos o esteros.

Son especies endémicas de la parte baja del desierto Cordia decandra y Prosopis tamarugo y Helianthocereus atacamensis de la alta cordillera.

Entre las especies que poseen una distribución más amplia, pero que no se extiende más allá de los países limítrofes, están:

Browningia candelaris
Haplorhus peruviana
Polylepis tarapacana
Polylepis rugulosa
Prosopis chilensis
Schinus pearcei

Otras especies, con una distribución mucho más amplia y que además se encuentran en otros países sudamericanos, son:

Acacia caven
Caesalpinia spinosa
Geoffroea decorticans
Maytenus boaria
Myrica pavonis
Prosopis alba
Salix humboldtiana

Algunas especies están semiextinguidas, como sucede con Helianthocereus atacamensis, cuya madera fue excesivamente usada en construcciones; de las especies de Polylepis se usan los troncos tortuosos para tallar figuras, y en el caso de Caesalpinia spinosa de sus frutos se extrae tanino.

Zona Central Se caracteriza porque las precipitaciones son más abundantes y regulares, especialmente a medida que se avanza hacia el sur, permitiendo la presencia de bosques aislados. De un total de 54 especies que se encuentran en esta zona, 32 son endémicas, 12 son de distribución sudamericana y 10 son subantárticas.

Especies endémicas:

Azara celastrina
Azara integrifolia
Azara petiolaris
Azara serrata var. serrata
Beilschmiedia berteroana
Beilschmiedia miersii
Blepharocalyx cruckshanksii
Citronella mucronata
Cordia decandra
Crinodendron patagua
Cryptocarya alba
Dasyphyllum excelsum
Escallonia pulverulenta
Escallonia revoluta
Jubaea chilensis
Kageneckia angustifolia
Kageneckia oblonga
Laurelia sempervirens
Lithrea caustica
Lomatia dentata
Luma chequen
Myrceugenia correifolia
Myrceugenia obtusa
Nothofagus glauca
Nothofagus macrocarpa
Otholobium glandulosum
Peumus boldus
Porlieria chilensis
Pouteria splendens
Quillaja saponaria
Sophora macrocarpa
Schinus latifolia

Especies de distribución sudamericana:

Acacia caven
Buddleja globosa
Caesalpinia spinosa
Escallonia myrtoidea
Geoffroea decorticans
Lomatia hirsuta
Maytenus boaria
Prosopis chilensis
Salix humboldtiana
Schinus molle
Schinus polygama
Rhaphithamnus spinosus

Especies de distribución subantártica:

Aextoxicon punctatum
Austrocedrus chilensis
Aristotelia chilensis
Azara microphylla
Drimys winteri
Luma apiculata
Myrceugenia exsucca
Nothofagus dombeyi
Nothofagus obliqua
Persea lingue

Las especies arbóreas de esta zona se caracterizan en su mayoría por poseer un desarrollo en altura limitado y un tronco por lo general tortuoso, siendo por lo tanto utilizadas para leña y carbón; árboles típicos de esta zona tales como: boldo (Peumus boldus), litre (Lithrea caustica), espino (Acacia caven), peumo (Cryptocarya alba) y quillay (Quillaja saponaria) son explotados con esta finalidad.

Otras especies, que alcanzaron un destacado desarrollo, fueron explotadas excesivamente en especial para el aprovechamiento de su madera. Es el caso del canelo (Drimys winteri), ciprés de la cordillera (Austrocedrus chilensis), olivillo (Aextoxicon punctatum) o los diferentes robles (Nothofagus) que aquí crecen, que prácticamente han desaparecido de esta zona. La palmera de Chile continental, Jubaea chilensis, la más austral del mundo, tampoco ha quedado al margen de la acción destructora del hombre, debido a la extracción de la savia azucarada que contiene su tronco; hoy día sólo queda un reducido número de ejemplares en su habitat natural.

Otras especies, en cambio, poseen una reducida área de distribución, lo cual aumenta la posibilidad de extinción, como es el caso de los bellotos (Beilschmiedia berteroana y Beilschmiedia miersii), y el lúcumo silvestre (Pouteria splendens).

Zona Sur.- Se caracteriza por la abundante disponibilidad de agua que posee la vegetación durante gran parte del año. Sólo en la parte boreal de esta zona se observa una estación seca, la cual va disminuyendo a medida que se avanza más hacia el sur, para dar paso finalmente a una vegetación higrófila y a un bosque denso, húmedo y majestuoso. Junto a las especies endémicas están aquellas que crecen también en Argentina y otras que poseen una distribución más amplia en América del Sur.

Un primer grupo está formado por 14 especies típicas y endémicas de esta zona. Ellas son:

Amomyrtus luma
Corynabutilon vitifolium
Crinodendron hookerianum
Eucryphia glutinosa
Gomortega keule
Latua pubiflora
Legrandia concinna
Myrceugenia parvifolia
Nothofagus alessandrii
Nothofagus nitida
Pitavia punctata
Podocarpus saligna
Prumnopitys andina
Acrisione cymosa

Un segundo grupo está formado por 15 árboles, que siendo endémicos de Chile y característicos de la Zona Central alcanzan aquí su límite sur, llegando no más allá de la IX Región:

Azara celastrina
Azara petiolaris
Beilschmiedia berteroana
Cryptocarya alba
Crinodendron patagua
Escallonia pulverulenta
Jubaea chilensis
Kageneckia angustifolia
Kageneckia oblonga
Myrceugenia correifolia
Myrceugenia obtusa
Nothofagus glauca
Quillaja saponaria
Schinus latifolia
Sophora macrocarpa

Un tercer grupo de especies endémicas es el de aquellas que apareciendo ya en la zona Central su presencia en esta zona no se restringe a la parte norte, sino que avanzan más hacia el sur (X Región).

Este grupo esta formado por 12 especies:

Azara integrifolia
Azara serrata var. serrata
Blepharocalyx cruckshanksii
Citronella mucronata
Escallonia revoluta
Lithrea caustica
Laurelia sempervirens
Lomatia dentata
Luma chequen
Peumus boldus
Otholobium glandulosum
Acrisione denticulata

Las especies cuya distribución está limitada a Chile y a la parte andina del sur de Argentina se pueden agrupar de la siguiente manera

Un conjunto de 10 especies, presentes además en la Zona Central:

Aextoxicon punctatum
Aristotelia chilensis
Austrocedrus chilensis
Azara microphylla
Drimys winteri
Luma apiculata
Myrceugenia exsucca
Nothofagus dombeyi
Nothofagus obliqua
Persea lingue

Un conjunto de 22 especies, que son comunes también con Argentina y sólo aparecen en la Zona Sur de nuestro país:

Amomyrtus luma
Araucaria araucana
Caldcluvia paniculata
Dasyphyllum diacanthoides
Embothrium coccineum
Eucryphia cordifolia
Fitzroya cupressoides
Gevuina avellana
Laureliopsis philippiana
Lomatia ferruginea
Maytenus magellanica
Myrceugenia chrysocarpa
Myrceugenia ovata
Myrceugenia planipes
Nothofagus alpina
Nothofagus antarctica
Nothofagus betuloides
Nothofagus pumilio
Pilgerodendron uviferum
Podocarpus nubigena
Pseudopanax laetevirens
Saxegothaea conspicua
Weinmannia trichosperma

Además existe un grupo de especies que poseen distribución sudamericana, todas ellas ya presentes en la Zona Central:

Acacia caven
Buddleja globosa
Escallonia myrtoidea
Lomatia hirsuta
Maytenus boaria
Rhaphithamnus spinosus
Salix humboldtiana
Schinus polygama

La zona que posee mayor número de especies es la Zona Sur, donde además se presenta un intenso endemismo que se reduce solamente a Chile y a una pequeña franja en Argentina a lo largo de la Cordillera de los Andes. A este bosque se le denomina bosque subantártico y se extiende desde el paralelo 30° S hasta el Archipiélago del Cabo de Hornos.

 

  Rodríguez, R., O. Matthei & M. Quezada. 1983. Flora Arbórea de Chile. Editorial de la Universidad de Concepción, Chile. Versión Digital en Internet. URL: http://www.chilebosque.cl/libro_flora_arborea.html  
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